Potenciando las emociones positivas.
En el segundo nivel de la Fusión de los 5 elementos, aprendemos a hacer circular la energía pura de los cinco órganos, una vez que éstos quedan libres de emociones negativas -como vimos en la Fusión I-.
Cuando los cinco órganos están limpios, purificados, las emociones positivas afloran de manera natural -como dijimos en el primer nivel de las fusiones-. Ésto constituye una muestra de equilibrio interno.
Así, el/la practicante, son capaces de controlar sus estados de ánimo y testar su nivel de equilibro interno, observando la calidad de las emociones que surgen de forma espontánea.
La energía de las emociones positivas, tales como el optimismo, la alegría, la amabilidad, el respeto, el amor, el correcto sentido de la justicia, la compasión, etc, es usada, entonces, para abrir los tres canales principales de energía, que recorren el cuerpo desde el perineo hasta la coronilla -desde la base hasta la parte superior-, desbloqueando así nuestra circulación energética y asegurando tanto su fluir como una correcta nutrición al resto de sistemas del organismo.
En el segundo nivel de la Fusión de los 5 elementos, aprendemos a hacer circular la energía pura de los cinco órganos, una vez que éstos quedan libres de emociones negativas -como vimos en la Fusión I-.
Cuando los cinco órganos están limpios, purificados, las emociones positivas afloran de manera natural -como dijimos en el primer nivel de las fusiones-. Ésto constituye una muestra de equilibrio interno.
Así, el/la practicante, son capaces de controlar sus estados de ánimo y testar su nivel de equilibro interno, observando la calidad de las emociones que surgen de forma espontánea.
La energía de las emociones positivas, tales como el optimismo, la alegría, la amabilidad, el respeto, el amor, el correcto sentido de la justicia, la compasión, etc, es usada, entonces, para abrir los tres canales principales de energía, que recorren el cuerpo desde el perineo hasta la coronilla -desde la base hasta la parte superior-, desbloqueando así nuestra circulación energética y asegurando tanto su fluir como una correcta nutrición al resto de sistemas del organismo.